Ha (re)nacido una estrella
Han sido largos meses de espera. He buscado piezas en España, en Tailandia, en China, en Alemania... En los últimos tres días me he dejado los dedos apretando tornillos y colocando remaches. Ahora mismo, soy más obrero y menos ilustrado que nunca. Pero todo el esfuerzo ha valido la pena porque, por fin, ha resucitado de sus cenizas. Es una Vespa Sprint 150 fabricada en 1966, con matrícula de Córdoba. Igual que la otra (Vespa GT 125 de 2005) se llama Rabuda, busco nombre para mi amiga cordobesa. Se me había ocurrido ponerle Carmiña, en honor al Einstein de los gatos. Pero casi prefiero abrir las votaciones. ¿Alguna sugerencia para el bautizo? Venga, ánimo, a ver si la bautizamos entre todos.
Añado una foto anterior al paso de la moto por Corporación Dermoestética: