En quirófano
He comprado en Scooter Clásico algún repuesto, como la goma del faro de atrás, un nuevo bordón del escudo, la goma del cofre y alguna parida más. También me pillé el guardabarros delantero, porque me pareció que el original estaba un poco machacado. Sin embargo, el chapista me insistió en que tiene arreglo perfecto, así que me lo quedo por si un día hace falta cambiarlo. Mi padre quedó encargado de llevar a reparar la rueda de repuesto. Ah, ¿el color? Pues me he dejado vencer por el mecánico que me dijo que este modelo de Sprint sólo se fabricó en azul eléctrico. Así que renacerá de sus cenizas... en azul eléctrico. De momento, este blog se quedará muchos días en este punto, a la espera de que haya novedades desde el chapista. Luego habrá que volver a montar todo lo desmontado y ya, por, fin, el ave Fénix Sprint 150 de 1966 renacerá de sus cenizas. Se me hará largo.
PD: la tabla que se ve al lado de la moto, dentro del coche, es una pasarela que me curré para subirla, hecha con un tablón de pino flanqueado por una U metálica, para darle consistencia. La probé saltando varias veces encima y oye, una maravilla, obra maestra. Ahora me voy a currar un banco elevador, para que el día del montaje sea todo mucho más fácil. Ya lo tengo diseñado en la cabeza. Saludos, V. no me olvido de la copia de tu contrato, tranquilo. En la espera, podéis entreteneros visitando www.rabudo.com.